Qué no daría yo... es una obra musical y teatral que consiste en un casting en el que se busca a una cantante anónima que pueda interpretar los temas de Rocío Jurado sin pretender jamás ser como ella, puesto que eso es imposible. Anabel Dueñas se convierte en Carmela, una chica que ha sido fan de la más grande toda su vida, inculcado por su madre. A lo largo de la obra, hacemos un repaso de la vida de Rocío Jurado que tan presente ha estado en la vida de esta chica que siempre la ha admirado y que, ahora, se esfuerza al máximo para conseguir representar a su artista admirada. Un sueño que, al final de la obra, podemos ver si se convierte en realidad.
El vestuario de Que no daría yo pertenece a la mismísima Rocío Jurado. Sus fans podrán reconocer los vestidos de la más grande que forma parte, no solo de su vida y del recuerdo de su familia, sino de la historia de nuestro país.
Esta tradición tiene su origen, según la leyenda, en una peste que asolaba al ganado gallego durante el siglo XVI. Un par de hermanas se encomendaron a San Lourenzo, patrón de Sabucedo, para que protegiera la cabaña de la zona que, por aquel entonces, era su única forma de subsistencia. A cambio de la ayuda recibida, las hermanas entregaron dos caballos a la feligresía y así se originó la mítica manada de “O Santo”. Para mantenerla alejada de plagas, la parroquia estradense buscaba cada año a los animales de entre los montes de la zona para proceder al cortado de sus crines y a su desparasitación. Hoy en día, después de hace mas de cuatro siglos, los vecinos siguen cuidando de sus reses, a las que “rapan” siguiendo el método tradicional, con una lucha cuerpo a cuerpo que ofrece un espectáculo que merece la pena ver.
Por lo que veremos cuales son los tres mejores miradores gallegos teniendo en cuenta la opinión de los visitantes que viajan a este aclamado destino:
Desde allí podemos caminar a Ponte Vella, el puente que cruza el río Cabe, de origen romano aunque con posteriores remodelaciones. El Casco Antiguo de Monforte de Lemos es otro de sus atractivos. Aquí se encuentra el corazón comercial de la ciudad, por el que deberás pasear si quieres hacer algunas compras. El centro neurálgico es la Plaza de España, de donde parten las principales calles. Los alrededores de Monforte de Lemos son también envidiables, y es que entre viñedos, ríos, iglesias románicas y parajes inolvidables podrás disfrutar de una de las zonas más bonitas de España. El Cañón del Sil es sin duda su principal punto de interés. Ver también: Dónde quedarse y dónde comer en Monforte de Lemos
El Faro de Finisterre fue construido en 1868 y posee una potente luz que ilumina a 23 millas para avisar a los navegantes del peligro de estas cosas.
Muy poca gente lo sabe pero en el faro existe un hotel de 5 habitaciones donde puedes alojarte. En este lugar, considerado durante siglos el fin del mundo pues se creía que ahí acababa la Tierra, se encuentra el final del Camino de Santiago y por eso allí hay un monumento dedicado al peregrino que consiste en una bota situada en una roca. Según la tradición, los peregrinos que llegan allí deben quemar la ropa y dejar las botas pero hay que tener en cuenta que actualmente está prohibido hacer fuego. Y por supuesto, lo que no debes perderte es la puesta de sol.
El claustro, de estilo gótico, es otro punto a destacar. Data del siglo XIII aunque ha sufrido posteriores modificaciones. También se recomienda la subida a su torre, desde donde se tienen unas geniales vistas de Tui y sus alrededores y visitar el Museo Catedralicio. Ver también: Dónde quedarse y donde comer en Tui
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Diciembre 2020
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