Basílica de San Martiño
La Basílica de San Martiño de Mondoñedo está situada en el vecino municipio de Foz, y está considerada como la catedral más antigua de España, ya que en el siglo IX fue sede de dos obispados del Reino de Galicia. |
Descripción
Siglos de historia contemplan a las insignes piedras de San Martiño; fue sede episcopal aunque también fue lugar de recogimiento para agustinos y franciscanos, centro cultural, hospital para peregrinos...
La historia de la Basílica de San Martiño comienza en el año 870, cuando el obispo de San Martín de Dumio, Sabarico, se vio obligado a huir con algunos de sus monjes, de las invasiones árabes que en aquellos días estaban devastando suelo portugués. De este modo, la sede dumiense encontró continuidad en San Martiño, donde una vez instalados, el monarca Fernando III les hizo entrega de los territorios que en adelante iban a ser propiedad de la sede episcopal. Ya en 1112 se transladó la sede a Mondoñedo y en ese momento el monasterio fue ocupado por monjes de S. Agustín aunque posteriormente, a finales del siglo XV, fueron substituidos por frailes franciscanos.
Del conjunto original de construcciones actualmente solo quedan la vieja catedral y la casa del prior, ya que el monasterio, la sede episcopal y la colegiata han desaparecido. Incluso la propia catedral estuvo a punto de caer, pero después de varias restauraciones se ha mantenido en pie. La más importante fue la de 1866, obra a la que debemos los impresionantes contrafuertes que hoy podemos observar en la Basílica de San Martiño.
Es necesario destacar que es la catedral más antigua que aún se conserva en España. Aunque se han hallado vestigios del siglo VI, la construcción del templo actual se data entre los siglos IX y XII, por lo que se encluye dentro del románico más primitivo.
Su valor histórico y artístico fue reconocido ya en tiempos de la II República, momento en el que fue declarada Monumento Nacional, distinción que todavía hoy conserva.
La historia de la Basílica de San Martiño comienza en el año 870, cuando el obispo de San Martín de Dumio, Sabarico, se vio obligado a huir con algunos de sus monjes, de las invasiones árabes que en aquellos días estaban devastando suelo portugués. De este modo, la sede dumiense encontró continuidad en San Martiño, donde una vez instalados, el monarca Fernando III les hizo entrega de los territorios que en adelante iban a ser propiedad de la sede episcopal. Ya en 1112 se transladó la sede a Mondoñedo y en ese momento el monasterio fue ocupado por monjes de S. Agustín aunque posteriormente, a finales del siglo XV, fueron substituidos por frailes franciscanos.
Del conjunto original de construcciones actualmente solo quedan la vieja catedral y la casa del prior, ya que el monasterio, la sede episcopal y la colegiata han desaparecido. Incluso la propia catedral estuvo a punto de caer, pero después de varias restauraciones se ha mantenido en pie. La más importante fue la de 1866, obra a la que debemos los impresionantes contrafuertes que hoy podemos observar en la Basílica de San Martiño.
Es necesario destacar que es la catedral más antigua que aún se conserva en España. Aunque se han hallado vestigios del siglo VI, la construcción del templo actual se data entre los siglos IX y XII, por lo que se encluye dentro del románico más primitivo.
Su valor histórico y artístico fue reconocido ya en tiempos de la II República, momento en el que fue declarada Monumento Nacional, distinción que todavía hoy conserva.