El clima gallego
Desde el punto de vista climático, Galicia forma parte de la España húmeda y presenta unas características típicamente atlánticas, que van suavizándose desde la costa hacia el interior, donde se manifiesta una creciente continentalidad.
En el litoral las temperaturas son muy suaves, atemperadas por la masa oceánica y la corriente del golfo, en A Coruña, englobada por las isotermas de los 12 - 14ºC, la media de enero se mantiene entre los 8ºC y los 11ºC y la de agosto no alcanza los 20ºC; por tanto, la oscilación térmica anual es débil, girando en torno a los 10ºC en el litoral. Sin embargo, las tierras del interior están más afectadas por la continentalidad, así, la provincia de Lugo registra las temperaturas más bajas de Galicia con unas medias de 6ºC en enero, 18ºC en julio y una media anual de 11,9ºC.
En cuanto a las precipitaciones, éstas descienden desde la costa hasta el interior. A Coruña es una de las provincias más lluviosas de España; en general, y salvo algunas excepciones, se recogen más de 1000 mm al año, y en algunos sectores del escalón de Santiago y en los puntos más elevados de Pontevedra se alcanzan valores superiores a los 2000 mm. En Ourense, por ejemplo, ciudad interior y resguardada de los vientos oceánicos, no se alcanzan los 1000 mm.
En cuanto al régimen de lluvias, Galicia se caracteriza por un máximo importante en invierno y un mínimo bastante acusado en verano, lo que da lugar a la presencia de algunos meses secos, que en Ourense oscilan entre los dos y tres, mientras que en la costa apenas alcanza uno.
En el litoral las temperaturas son muy suaves, atemperadas por la masa oceánica y la corriente del golfo, en A Coruña, englobada por las isotermas de los 12 - 14ºC, la media de enero se mantiene entre los 8ºC y los 11ºC y la de agosto no alcanza los 20ºC; por tanto, la oscilación térmica anual es débil, girando en torno a los 10ºC en el litoral. Sin embargo, las tierras del interior están más afectadas por la continentalidad, así, la provincia de Lugo registra las temperaturas más bajas de Galicia con unas medias de 6ºC en enero, 18ºC en julio y una media anual de 11,9ºC.
En cuanto a las precipitaciones, éstas descienden desde la costa hasta el interior. A Coruña es una de las provincias más lluviosas de España; en general, y salvo algunas excepciones, se recogen más de 1000 mm al año, y en algunos sectores del escalón de Santiago y en los puntos más elevados de Pontevedra se alcanzan valores superiores a los 2000 mm. En Ourense, por ejemplo, ciudad interior y resguardada de los vientos oceánicos, no se alcanzan los 1000 mm.
En cuanto al régimen de lluvias, Galicia se caracteriza por un máximo importante en invierno y un mínimo bastante acusado en verano, lo que da lugar a la presencia de algunos meses secos, que en Ourense oscilan entre los dos y tres, mientras que en la costa apenas alcanza uno.
Vegetación
El manto vegetal que cubre Galicia se adapta a las condiciones climáticas existentes; es, por tanto, el característico de las zonas húmedas de montaña y generalmente está formado por bosque caducifolio y praderas.
El roble es el árbol dominante, pero gracias a la repoblación forestal, hoy día abundan también el castaño, que junto con el haya, aparece en las zonas más húmedas del interior, como en la Sierra dos Ancares, y el pino, que predomina en Pontevedra y en las Rías Baixas.
En los sectores cubiertos de matorral o monte bajo crecen gran variedad de helechos, brezos, tojos... En las riberas de los ríos aparecen bosques-galería formados por chopos, álamos y abedules. Los prados naturales ocupan una gran extensión y son de base primordial de una importante cabaña vacuna. En tierras orensanas, junto con el bosque caducifolio, aparecen las landas, propias de terrenos silíceos.
El roble es el árbol dominante, pero gracias a la repoblación forestal, hoy día abundan también el castaño, que junto con el haya, aparece en las zonas más húmedas del interior, como en la Sierra dos Ancares, y el pino, que predomina en Pontevedra y en las Rías Baixas.
En los sectores cubiertos de matorral o monte bajo crecen gran variedad de helechos, brezos, tojos... En las riberas de los ríos aparecen bosques-galería formados por chopos, álamos y abedules. Los prados naturales ocupan una gran extensión y son de base primordial de una importante cabaña vacuna. En tierras orensanas, junto con el bosque caducifolio, aparecen las landas, propias de terrenos silíceos.