Qué no daría yo... es una obra musical y teatral que consiste en un casting en el que se busca a una cantante anónima que pueda interpretar los temas de Rocío Jurado sin pretender jamás ser como ella, puesto que eso es imposible. Anabel Dueñas se convierte en Carmela, una chica que ha sido fan de la más grande toda su vida, inculcado por su madre. A lo largo de la obra, hacemos un repaso de la vida de Rocío Jurado que tan presente ha estado en la vida de esta chica que siempre la ha admirado y que, ahora, se esfuerza al máximo para conseguir representar a su artista admirada. Un sueño que, al final de la obra, podemos ver si se convierte en realidad.
El vestuario de Que no daría yo pertenece a la mismísima Rocío Jurado. Sus fans podrán reconocer los vestidos de la más grande que forma parte, no solo de su vida y del recuerdo de su familia, sino de la historia de nuestro país.
Esta tradición tiene su origen, según la leyenda, en una peste que asolaba al ganado gallego durante el siglo XVI. Un par de hermanas se encomendaron a San Lourenzo, patrón de Sabucedo, para que protegiera la cabaña de la zona que, por aquel entonces, era su única forma de subsistencia. A cambio de la ayuda recibida, las hermanas entregaron dos caballos a la feligresía y así se originó la mítica manada de “O Santo”. Para mantenerla alejada de plagas, la parroquia estradense buscaba cada año a los animales de entre los montes de la zona para proceder al cortado de sus crines y a su desparasitación. Hoy en día, después de hace mas de cuatro siglos, los vecinos siguen cuidando de sus reses, a las que “rapan” siguiendo el método tradicional, con una lucha cuerpo a cuerpo que ofrece un espectáculo que merece la pena ver.
Por lo que veremos cuales son los tres mejores miradores gallegos teniendo en cuenta la opinión de los visitantes que viajan a este aclamado destino:
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Marzo 2022
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