Construido en 1853, a 138 metros sobre el mar, el faro de Fisterra es el faro más occidental y uno de los más emblemáticos de Europa. Considerado tradicionalmente como el cabo del fin del mundo, "Finis Terrae", protege una de las costas más peligrosas.
Este punto avanza sobre el mar unos 5 kms en dirección sur, en paralelo al granítico Monte Pindo formando la protegida y hermosa ría de Corcubión.
Durante miles de años se pensó que cada noche el sol se apagaba en sus aguas, y más allá de él sólo existía una región de tinieblas y monstruos. Hay autores que identifican el Cabo Fisterra con el antiguo promontorio nerio, otros sitúan en este lugar al Ara Solis, en la que se practicaba culto al Sol. Hay cerca de este lugar una serie de piedras vinculadas a leyendas de tipo religioso: las piedras santas, las piedras manchadas de vino, a silla de piedra, la tumba de Orcabella, etc.
Según el historiador clásico Lucio Floro, Décimo Junio Bruto, en el año 137 a. de J., llegó a este promontorio y no quiso marcharse sin antes contemplar como el Sol se sumergía en el mar chirriando como un hierro al rojo vivo que se introduce en el agua.
Construido en 1853, a 138 metros sobre el mar, el faro de Fisterra es el faro más occidental y uno de los más emblemáticos de Europa. Considerado tradicionalmente como el cabo del fin del mundo, "Finis Terrae", protege una de las costas más peligrosas.
Este punto avanza sobre el mar unos 5 kms en dirección sur, en paralelo al granítico Monte Pindo formando la protegida y hermosa ría de Corcubión.
Durante miles de años se pensó que cada noche el sol se apagaba en sus aguas, y más allá de él sólo existía una región de tinieblas y monstruos. Hay autores que identifican el Cabo Fisterra con el antiguo promontorio nerio, otros sitúan en este lugar al Ara Solis, en la que se practicaba culto al Sol. Hay cerca de este lugar una serie de piedras vinculadas a leyendas de tipo religioso: las piedras santas, las piedras manchadas de vino, a silla de piedra, la tumba de Orcabella, etc.
Según el historiador clásico Lucio Floro, Décimo Junio Bruto, en el año 137 a. de J., llegó a este promontorio y no quiso marcharse sin antes contemplar como el Sol se sumergía en el mar chirriando como un hierro al rojo vivo que se introduce en el agua.
Desde este emblemático faro podemos contemplar el Centulo, antiguamente conocido como Centulo (demonio), donde innumerables buques como el Captain, el Blas de Lezo, el Bitten, entre otros naufragaron.
Está a 700 metros de la costa y se eleva 25 metros sobre el nivel del mar. Además se puede disfrutar de una de las más hermosas vistas de la costa y de las más impresionantes puestas de sol. Los alrededores de esta roca, que limita la forma de la concha del crustáceo al que le debe su nombre, son zonas de duro trabajo para los marineros del litoral.
Cómo llegar
Desde A Coruña debemos seguir la AC-552 y desde Santiago,por Negreira y Berdeogas, enlazando con la AC-552. Más turística es la carretera de la costa, pasando por Noia, Muros y Cee.
Una vez que nos encontramos Fisterra hay que adentrarse aún más en la lengua de tierra en que nos encontramos, bordeando el mar hacia el sur durante 2km.
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